
Un equipo de científicos ha creado un cangrejo robot, inspirado en el cangrejo topo que habita en el Océano Pacífico y que funciona con AI (Inteligencia Artificial por su sigla en inglés). Este toma la forma de excavar hacia abajo en movimientos rápidos, a diferencia de otros cangrejos que lo hacen hacia los lados para recopilar datos de los distintos tipos de subsuelos y ya se considera una potente herramienta de trabajo, principalmente para los geólogos.
Todo esto ocurre en el contexto del alto impacto que ha tenido en el mundo la AI. Por ejemplo, según el estudio de Technology Vision 2022 de Accenture, sólo en Chile el 60% de las empresas del retail reconocen que esta tecnología es clave para sus negocios y que le dan un uso de alto nivel; de este grupo, el 60% la aplica al área de ventas y marketing, el 40% para mejorar el servicio al cliente y el 20% para la gestión logística.
¿Cómo surge la innovación tecnológica de un cangrejo robot?
Esta innovación fue impulsada por un grupo de investigadores de la Universidad de Berkeley, California, liderado por Laura Treers, especializada en ingeniería mecánica y autora del estudio.
El objetivo fue crear a EMBUR (EMerita BUrrowing Robot), una solución más eficaz y rigurosa para el estudio de los subsuelos, que se basa en la Inteligencia Artificial.
El cangrejo robot tiene cuatro patas, a diferencia del cangrejo topo, que tiene 10 y es cuatro veces más rápido que el cangrejo fantasma, que recorre hasta 20 km por hora y es conocido hasta ahora como el más veloz del mundo.
Cabe destacar también que el cangrejo robot posee una fuerza anisotrópica, que quiere decir es que mayor en una dirección que en otra. Esto, porque los cangrejos diferentes al topo caminan hacia los lados, mientras que el topo, inspirado en esta solución tecnológica, excava de arriba hacia abajo para profundizar en los suelos. Así, aplica más fuerza una vez que está debajo de las superficies. Este párrafo no se entiende y no se entiende el efecto práctica de esta habilidad
“Ha habido algunos avances recientes en la creación de patas anisotrópicas para medios granulares, pero esta es la primera vez que se implementan con éxito en un robot de excavación libre”, comenta Laura Treers al diario Computer Hoy.
Además, explica que para lograrlo “utilizamos una técnica de modelado conocida como teoría de las fuerzas resistivas para modelar las que ejercen sus patas a lo largo de las trayectorias de barrido. Esta tecnología nos ayuda a comprender los tipos de geometrías y comportamientos de los robots para una excavación más exitosa”.
El desafío más grande de EMBUR está en las superficies granulares por las fuerzas de resistencia que se generan cada vez que excava desde arriba hacia abajo. Sin embargo, los investigadores de este cangrejo robot pensaron en un mecanismo preventivo para que los granos de arena no ingresaran a su interior ni interrumpieran su funcionamiento.
El cangrejo robot no sólo es el primer modelo robo-físico de excavación vertical, inspirada en el cangrejo topo, sino que también es uno de los primeros dispositivos excavadores de pequeña escala y con patas.
Pese a que EMBUR aún no está disponible en el mercado, sí es capaz de evaluar y estudiar el suelo agrícola, superficies de construcción y fondo del mar, recopilando datos desde los océanos. Una solución tecnológica útil para geólogos, biólogos marinos, arquitectos y los mismos agricultores.
Otros robots inspirados en animales
La tecnología no sólo se ha inspirado en un cangrejo robot, sino que también ha tomado a otros animales como modelos para simular sus movimientos con distintos fines. Uno de estos ejemplos es la serpiente robot, creada por investigadores de la Universidad de Kioto, Japón, quienes simularon los desplazamientos de estos reptiles mediante la Inteligencia Artificial. Así, puede subir los árboles, tuberías o escaleras con facilidad; además, se adapta a todo tipo de superficies con y sin relieves.
Otro caso es el del pájaro robot con forma de dron, que logró volar 31 minutos con 4.98 segundos y consiguió el Récord Guiness por ser el único que ha realizado un extenso vuelo. De todas maneras, fue un reconocimiento público para los ingenieros y estudiantes de la Universidad de Beihang, China, que lo elaboraron.
El pájaro robot tiene una batería de iones de litio y sus alas pesan 1,6 kg. Además, puede alcanzar una velocidad de hasta 10 metros por segundo.
Y por último, otro ejemplo que da qué hablar es ART, la tortuga robótica diseñada por expertos de la Universidad de Yale, Estados Unidos.
Su fin es la exploración de diversos entornos sobre y bajo el agua para estudiar mejor los ecosistemas alrededor de la costa, ser un apoyo para los buzos profesionales en sus labores, y ayudar a potenciar la vida marina.
¿Qué te parece que la tecnología se inspire en los animales, tal como lo hizo con EMBUR, el cangrejo robot?, ¿llegaremos a reemplazarlos?