
¿El plástico es malo? “Entonces por qué no transformamos estas cosas que nadie quiere en algo que sea útil?”, responde a CNN Chile Heidi Kujawa, CEO de ByFusion, para explicar el trabajo de su innovadora empresa, que fabrica resistentes bloques de este material en su calidad de no reciclables. ¿El objetivo? Ocuparlos para construir edificios de plástico, que contribuyan a la descontaminación del planeta Tierra.
Una iniciativa trascendente para el cuidado del medioambiente que, aunque cueste asimilar en una sociedad donde el cemento es fundamental para las construcciones, pretende reducir los 710 millones de toneladas de plásticos, que se estima habrá en el mundo para 2040. Por eso, la empresa situada en Los Ángeles, Estados Unidos, ya ha recolectado 103 toneladas de este material y estima que en 2030 habrán reciclado 100 toneladas más.
Para hacerse una idea del impacto ambiental que generan los residuos, en The Global E-waste Monitor 2020 de las Naciones Unidas, se indica que en todo el mundo se acumularon 53,6 toneladas métricas de desechos electrónicos hasta 2019, de los cuales sólo se recicló el 17,4%.
“Hemos diseñado específicamente y por completo nuestro sistema en torno a las cosas de bajo o nulo valor; todo lo que no puede ser reciclado. Los bloques no necesitan limpiarse, sólo usamos compresión y vapor en el proceso porque nuestro ciclo de fusión lo incluye todo”, explica Kujawa en entrevista al mismo medio de comunicación.
Además, cabe destacar que en ByFusion no sólo apuntan a la construcción de los edificios, sino que también al uso residencial y comercial.
En cuanto a la resistencia de los llamados “byblocks” es relevante mencionar que se elaboran con una base de cemento hueco estándar y que también están reforzados, pesan 4,5 kg menos que los bloques tradicionales y la empresa asegura que emiten un 83% menos de huella de carbono.
China, Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Corea del Sur y Países Bajos: países pioneros
Aunque pueda parecer una iniciativa fuera de lo común, y a la que muchas personas (y sobre todo a los habitantes de inmuebles) no están acostumbradas, en seis países ya se ha implementado con los novedosos edificios de plástico.
Por ejemplo, en Beijing, China, se destaca el proyecto de oficinas Linkong Soho, ideado por la arquitecta Zaha Hadid. Aquí, las curvas están cubiertas con paneles de fibra de vidrio y las estructuras de hormigón también se moldearon con el mismo material.
Otro caso de edificios de plástico es el Centro Acuático que se creó para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en el Reino Unido, al cual sumaron moldes de polímero reforzados con fibras.
Asimismo, la lista continúa con el museo SFMoMa de San Francisco, Estados Unidos, que fue remodelado en 2016. De esta forma, su frontis quedó revestido de 700 paneles de fibra de vidrio y su forma estuvo basada en moldes hechos con poliestireno expandido reciclado.
En Australia también imitaron la iniciativa de las construcciones o edificios de plástico, esta vez para levantar Swanston Square, una torre de departamentos proyectada por el estudio ARM Architecture. Así, el proyecto situado en la ciudad de Melbourne, homenajea a un líder tribal australiano, mostrando su rostro dibujado en el centro, el cual es sostenido en más de 400 paneles de hormigón con fibras de vidrio.
Otra historia es la del hotel Hilton del aeropuerto de Schiphol en Amsterdam, Países Bajos. Aquí el material más importante para su construcción fue la fibra de plástico reforzada para instalar 1.000 m2 de paneles.
Finalmente, la industria de la moda también fue tentada por la tendencia de los edificios de plástico. Una de las tiendas de Christian Dior en Seúl, Corea del Sur, tiene los pliegues de una tela prácticamente estáticos y para ello también usaron paneles de fibra de vidrio en la fachada, ubicada en una esquina. Además, la entrada tiene capas de polímero de 6×20 metros.
Recolección de plástico a cambio de comida en Indonesia
En otras partes del mundo, incluso han intercambiado el plástico que no se recicla por comida. Esa es la labor de Plastic Echange en Bali, Indonesia, empresa que les ofreció arroz gratis a los habitantes a cambio de su recolección.
A la fecha, la empresa ha brindado alimentos a 30.000 familias y están trabajando con 200 aldeas. Los habitantes de Bali llevan 500 toneladas de residuos plásticos recolectadas y cada vez se suman más personas.
Como ves, son muchas las alternativas las que permiten disminuir la cantidad de plástico en el mundo, incluso ocupándolo en la construcción de edificios. Y tú, ¿vivirías en un lugar hecho de este material?
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