
Alrededor de 300 millones de personas en el mundo padecen de osteoporosis, una enfermedad ósea degenerativa, que afecta al 22.5% de las mujeres y al 6.8% de los hombres mayores de 50 años. Así lo afirmó la Dra. María Jesús Moro, jefa de Medicina Interna del Hospital Central de la Cruz Roja San José y Santa Adela de Madrid, España, durante el XXII Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer (SANEM). Por eso, en este artículo conocerás los inéditos avances de la nanotecnología aplicada a la medicina, que ya permiten revertir esta enfermedad.
¿Qué es la osteoporosis?
Una patología que afecta a los huesos, generando un desgaste y pérdida de masa ósea. Además, esto hace que la estructura esquelética sea más frágil y aumente el riesgo de fracturas en los pacientes. Generalmente, la osteoporosis se presenta en la columna vertebral, caderas y muñecas, provocando mucho dolor. Así, se convierte en una limitante funcional y empeora la calidad de vida de las personas.
La osteoporosis es una enfermedad asintomática y, por lo tanto, silenciosa. Sus factores de riesgo aumentan con la deficiencia de calcio y vitamina D en la alimentación, el sedentarismo o falta de actividad física, y el consumo de tabaco y alcohol.
Esta enfermedad se presenta con mayor frecuencia en mujeres amenorreicas o posmenopáusicas, pues ya han reducido la producción de estrógenos y tienen otras carencias hormonales, que afectan al metabolismo de los huesos.
La nanotecnología aplicada a la medicina promete sanar la enfermedad
Como la osteoporosis es cada vez más común entre las personas adultas, un grupo de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid descubrió cómo transportar biomoléculas a los tejidos óseos mediante un sistema con nanopartículas de sílice, que tras pruebas en roedores, demostró aumentar la formación de los huesos.
¿Entonces cómo funciona la nanotecnología aplicada a la medicina? “Nuestro grupo de investigación trabaja hace varios años con diferentes tipos de biomateriales. En especial, nos centramos en el empleo de cerámicas para su uso en aplicaciones relacionadas con el tejido óseo”, afirma María Vallet-Regí, docente del Departamento de Química Farmacéutica de la Universidad Complutense de Madrid, quien también lideró el estudio publicado en Advance Science.
En concreto, las nanopartículas de sílice, que sintetizan previamente los expertos, contienen mesoporos de dos nanómetros de diámetro, los cuales contienen hasta 1.400 agujeros. “Esta amplia red de cavidades permite alojar moléculas en su interior y garantiza una gran capacidad de carga. Asimismo, modificamos la superficie de las nanopartículas con polietilenglicol, un polímero que favorece su estabilidad y permanencia en el torrente sanguíneo”, explica Miguel Manzano, investigador y co-líder del trabajo.
Posteriormente, los investigadores le agregan fragmentos de bisfosfonatos, que aseguran que las nanopartículas se acumulen en el tejido óseo. Luego, estas ínfimas partículas se cargan con péptido osteoestatina y moléculas ARN (Ácido Ribonucleico) de interferencias específicas para el gen SOST, que codifica la proteína esclerostina. Esto hace que la osteostatina regule la formación de los huesos, mientras que la esclerostina inhibe dicho proceso.
De lo anterior, se puede concluir que al combinar osteostatina con un ARN que disminuye o no deja actuar al gen de la esclerostina y aumenta la labor antiosteoporótica de ambas moléculas.
Con la nanotecnología aplicada a la medicina se incrementó la expresión de genes que participan en la formación de los huesos. Y esto se comprobó tres semanas después del tratamiento, pues la densidad ósea de los roedores aumentó en un 60% y el contenido mineral óseo en un 65% ¿Qué significan estas cifras? Que después del tratamiento, los ratones con osteoporosis alcanzaron la densidad mineral ósea de roedores sanos, como si nunca hubiesen padecido osteoporosis.
Por lo anterior, la nanotecnología aplicada a la medicina, y en este caso a la investigación que permite revertir la osteoporosis, mediante un sistema de micropartículas, tendría que probarse en pacientes diagnosticados con la enfermedad para validar sus resultados.
Probablemente, pasen algunos años más para que este descubrimiento científico se concrete en seres humanos, pero ya hay un hallazgo trascendental y los investigadores se acercan más rápido a la solución definitiva.
Cabe destacar que la docente María Vallet-Regí, no sólo impulsó esta investigación con la nanotecnología aplicada a la medicina, sino que también está desarrollando nanopartículas mesoporosas de sílice para tratar tres patologías óseas: el cáncer, la infección y la osteoporosis.
¿Qué te parece este avance científico para erradicar la osteoporosis? Recuerda revisar más noticias en nuestro sitio web Exploralab.