12 abril, 2023

¿Son reales las supuestas amenazas de la Inteligencia Artificial?

La exitosa irrupción del Chat GPT-3 y GPT-4,  Bard e, incluso, LaMDA, ha dejado en evidencia la similitud de capacidades que tienen estas innovaciones con las personas. Además, el 80% de los trabajos actuales se verán afectados, por eso surge el debate sobre cuáles son las amenazas de la Inteligencia Artificial.

Un grupo de cerca de 1.000 expertos y ejecutivos de la industria tecnológica firmaron una carta, pidiendo a la empresas desarrolladoras de los programas de AI (Inteligencia Artificial) una pausa de seis meses en el entrenamiento de éstos ¿Es verdad que se podrían perder 300 millones de empleos y que esta tecnología lograría pensar como los seres humanos? En este artículo aclaramos este debate sobre las amenazas de la Inteligencia Artificial.

 

El impacto del Chat GPT como amenazas de la Inteligencia Artificial

Cuando el Chat GPT-3 y GPT-4 de la empresa OpenAI salieron a la luz, muchos expertos se sorprendieron por el nivel de entrenamiento de sus sistemas. 

Atrás quedaron los chatbots, que a vista y paciencia de los usuarios eran indiscutidamente robots con preguntas prototipos para responder de manera general. No resolvían dudas específicas de los usuarios y sólo eran útiles como nexos o para entregar orientación con el fin de terminar el proceso con una persona real.

El Chat GPT-3 espera que el usuario le escriba  un texto de forma natural y le responde todas sus preguntas con mucha precisión. Cuenta con un sistema de aprendizaje, que le posibilita aprender a seguir instrucciones y mejorar sus respuestas a medida que va interactuando con más usuarios porque así recopila mayor cantidad de datos.

El Chat GPT-3 tiene 175.000 millones de parámetros y se entrenó con 570 GB de texto, mientras que el GPT-4 (aún en preparación) posee una técnica de procesamiento conocida como “Transformer”, está entrenado con más millones de parámetros y GB de texto, puede manejar más de 25.000 palabras para mantener conversaciones extensas y, además, puede analizar e interpretar documentos.

La última creación de OpenAI puede analizar voces y texto, explicar conceptos complejos, traducir y hablar en varios idiomas, escribir historias y depurar códigos. Sin embargo, sus innumerables capacidades también representan las amenazas de la Inteligencia Artificial para las personas.

Por ejemplo, los trabajos que la Inteligencia Artificial emplazará por su capacidad para realizarlos sin la ayuda de un profesional, son los de contabilidad, auditoría, análisis financieros, periodismo, comunicaciones, administración, diseño y traducción de idiomas, entre otros.

Sin ir más lejos, OpenAI publicó un estudio llamado “GPTs are GPTs: An Early Look at the Labor Market Impact Potential of Large Language Models” este año (Los GPT son GPT: una mirada temprana al potencial de impacto en el mercado laboral de los grandes modelos lingüísticos.

En el documento, la empresa explica que del 80% de los trabajos actuales que se verán afectados, un 10% será reemplazado totalmente por Inteligencia Artificial, mientras que el 19% verá cómo la mitad de sus tareas también serán sustituídas.

A este estudio se suma el informe del banco de inversión Goldman Sachs, que reveló que se podrían perder 300 millones de empleos en el mundo con la inclusión de la Inteligencia Artificial.

Según OpenAI, pese a lo que se ve venir en el terreno laboral, es complejo predecir las consecuencias reales que tendrá el mercado laboral, por lo tanto, aún no se conoce alcance que tendrán las amenazas de la Inteligencia Artificial.

 

Antes lo hizo Google con Bard y LaMDA

Sin embargo, la irrupción de los Chat GPT no fue el punto de partida de la Inteligencia Artificial aplicada al ámbito laboral, pues antes de ello Google lanzó Bard, un chat con AI que usa un sistema de conversación, en el cual también interactúa con los usuarios. 

Los mensajes que le escriben, Bard los obedece. Incluso, se le puede preguntar o pedir cualquier cosa para que de una respuesta lo más completa posible. Bard responderá siempre, pero hay que considerar que depende de su conexión a Internet.

Por otro lado, está LaMDA (Language Model for Dialogue Applications), creado por Google para establecer una conversación fluida y “humanizada” con sus usuarios. Una lógica que se ha replicado en poco tiempo y que a la compañía le costó el cuestionamiento público por la incertidumbre de que dejaba la tecnología ¿Era capaz de pensar y sentir, como los seres humanos?

La expectación fue tal que Blake Lemoine, un ingeniero de Google, puso a prueba LaMDA, quiso comprobar este misterio, publicando una conversación suya y de otros trabajadores de la multinacional con LaMDA, en la cual la tecnología le habló sobre las emociones que sentía.

 

La influencia de la AI en el área de la salud  

Las primeras amenazas de la Inteligencia Artificial se vieron en la industria de la salud, la ciencia y agricultura, mostrando grandes avances. Uno de estos ejemplos fue la detección temprana de los infartos cardíacos, del Parkinson mediante la respiración con ayuda de los modelos predictivos, y recientemente del cáncer de mama, que cobra la vida de 685 mil personas al año (Organización Mundial de la Salud, 2021).

Todos estos avances de la ciencia fueron posibles gracias a la Inteligencia Artificial, que al mismo tiempo sustituyó la labor de científicos, médicos y otros profesionales de la salud que trabajaban en sus hallazgos y posteriores soluciones.

No obstante, pese a las similitudes de respuestas y comportamientos que han adquirido tecnologías como el Chat GPT, Bard o LaMDA, por ahora sólo se puede hablar de amenazas de la Inteligencia Artificial. 

La solución tecnológica se empodera cada vez más del mercado laboral, pero que no tiene la capacidad de pensar con un cerebro ni sentir con un corazón, como los seres humanos.