
Según el informe The Lance Countdown este 2022, 15 de las más grandes empresas de gas y petróleo en el mundo ya superan el nivel de emisiones permitidas por gas quemado. Ésto se demuestra con 69 de los 86 países analizados (equivalente al 80%), que revelaron precios netos negativos del carbono, correspondientes a 400.000 millones de dólares.
Sin embargo, existe un proceso tecnológico que podría reducir el impacto que tienen estas sustancias contaminantes en el medioambiente y en la salud de las personas. Se trata de la “pirólisis”, que es capaz transformar el gas quemado en hidrógeno limpio.
¿Qué es la pirólisis y cómo se obtiene el hidrógeno limpio?
La pirólisis es una tecnología que permite limpiar el hidrógeno de sustancias contaminantes. Primero, se lleva a cabo una degradación térmica del gas quemado, pero en ausencia de oxígeno para asegurar su descomposición mediante el calor y con temperaturas inferiores a las de la gasificación (desde 300°C a 800°C).
La pirólisis está exenta de reacciones secundarias propias de la combustión, como la emisión de dióxido de carbono (CO2). Pero el punto clave de este proceso está en la utilización de contenedores portátiles de hidrógeno orgánico líquido (LOHC), que actúan absorbiendo el hidrógeno negro para liberarlo como verde, y luego almacenarlo en estado gaseoso.
Cabe mencionar que todos los cuerpos orgánicos complejos están compuestos por cadenas de moléculas como los polímeros, presentes en el plástico, madera o caucho. La pirólisis quiebra esta cadena de composición y genera moléculas orgánicas de menor tamaño. De esta manera, se obtiene el hidrógeno limpio.
Como dato, en Estados Unidos, una empresa que aplica la tecnología de la pirólisis es H2 Industries, y ha dado qué hablar por ser capaz de transformar en hidrógeno limpio los subproductos que generan gases perjudiciales para el medioambiente.
Los efectos del gas quemado en la salud de las personas y su impacto en el medioambiente
«La crisis climática nos está matando», declaró Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, luego de conocer el estudio The Lance Countdown este 2022, donde se demuestra que el gas quemado incide directamente en el aumento de enfermedades infecciosas e, incluso, cáncer en las personas.
Por otro lado, el Banco Mundial ha anunciado que el gas quemado se traduce a más de 400 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono cada año, en la cual también se producen metano no quemado y carbono negro.
¿Pero cuáles son los países que queman más gas en el mundo? Rusia, Irak, Estados Unidos e Irán, según la entidad global, que hasta 2019 aseguraba que estas naciones juntas representaban el 45% del total de las emisiones en el mundo.
No obstante, el impacto que tiene el gas quemado en la salud de las personas, según una investigación del servicio árabe de BBC Mundo, aumenta el riesgo de algunos tipos de cáncer. Las personas afectadas son las que viven más cerca de campos y yacimientos petroleros, que no reportan la quema de combustibles o lo hacen de forma ilegal.
Por ejemplo, en el sureste de Irak (Rumaila, West Qurna, Zubair y Nahran Omar) se sospecha del aumento de leucemia infantil a causa de esta práctica.
En dichos lugares, y según un estudio del Ministerio de Salud de aquel país, todos los tipos de cáncer aumentaron un 20% entre 2015 y 2018.
Las cifras dan qué hablar y las pruebas de los expertos en medioambiente y salud con los que trabajó BBC Mundo, indican que en las muestras de orina de 52 niños, el 70% tenía altos niveles de 2-naftol, que es la sustancia que podría provocar el cáncer.
Pese a los daños irreparables que producen los gases contaminantes y quemados, este siglo la tecnología de la pirólisis puede ser protagonista de un vuelco en la historia, siempre y cuando se valore su acción y, sobre todo, se quieran comprobar sus resultados.
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